Así consiguió Come Bien una inversión de $1.2 MDD en plena pandemia
Hola, mi nombre es Denis y soy el cofundador de Come Bien. Aquí te cuento mi historia sobre cómo empece y crecí Come Bien.
¡Hola! ¿Quién eres y qué negocio empezaste?
Hola, yo soy Denis Cantú. Junto con mi hermano Evandro soy cofundador de Come Bien, una empresa de entrega a domicilio de comida saludable con una tecnología empacada al vacío, ultracongelada y sin conservadores. A precios accesibles, hacemos entregas a toda la Ciudad de México y a corporativos que subsidian las comidas de sus empleados.
Nuestra misión es mejorar la forma en que se alimentan las personas para mejorar la calidad de vida en Latinoamérica a través de tecnología, cocina saludable, cuidando el medioambiente y sin ningún costo extra.
Colocamos 30 toneladas de comida al mes.
Tenemos alrededor de 3,000 usuarios.
Vendemos el 40% de nuestras comidas a través de un modelo B2C y 60% a través de B2B.
De enero 2021 a enero 2022, mantuvimos un crecimiento constante promedio de 16% mes a mes.
Tenemos 1.5 de payback period.
Come Bien fue seleccionada para formar parte del batch 10 de 500 Startups en 2019. Además, fuimos incluidos en la lista de las 30 promesas de 2022 de la revista Forbes.
¿Cuáles son tus antecedentes y cómo se te ocurrió la idea?
Yo nací en Brasil, de papás químicos y académicos de escuelas federales en Orizaba, Veracruz (México), de donde somos originarios. Mis papás fueron muy visionarios para el tiempo en que vivieron: salían a buscar cosas nuevas para crecer, porque venían de orígenes humildes. De manera fortuita, gracias a una beca, tuvieron la oportunidad de estudiar la maestría en Brasil y por eso me tocó nacer allá.
Cuando yo tenía 14 años y Evandro 13, regresamos a Brasil a hacer dos años escolares. De esta experiencia, así como del atrevimiento y resiliencia de mis padres, aprendimos a plantar raíces durante los momentos más difíciles de Come Bien. Pese a la tempestad, las ramas se pueden doblar, pero el árbol se mantiene firme.
Estudié Ingeniería Química en el Tec de Monterrey y después de graduarme empecé a emprender con Evandro. Tuvimos una operadora turística donde atraíamos extranjeros a través de Facebook y Google Ads para viajes de ecoturismo alternativo todo incluido por Chiapas y Veracruz. Tuvimos cuponeras digitales que vendíamos con CRM que, en ese entonces, casi nadie sabía usar. También tuvimos empresas de consultoría de tecnología donde hacíamos integraciones a través de API.
La historia de Come Bien empieza porque mi hermano, que estudió Ingeniería en Alimentos, encontró la pasión de su vida en la comida. Cuando se graduó de la universidad viajó a París a estudiar cocina aunque no sabía francés, motivado por la semilla de atrevimiento de nuestros padres. Se graduó como uno de los tres mejores estudiantes de Le Cordon Bleu.
Durante dos años trabajó en Europa, mientras yo emprendía en un Yelp para Latinoamérica, una idea que desafortunademente no funcionó. Cuando Evandro regresó a México, me dijo que quería dedicarse a la cocina mas no trabajar en un restaurante. En tanto, empezó a cocinarnos cocina saludable, asesorado por una nutrióloga. Gracias a su cocina yo bajé 25 kilos en seis meses.
Ahí vimos los beneficios de la alimentación sana en la calidad de vida, en especial en un país con niveles tan altos de obesidad y problemas cardiovasculares.
¿Cómo pasaste de idea a producto y al primer cliente?
Empezamos a pensar en cocinar desde casa y, como no teníamos financiamiento para venderlo en un lugar público, pensamos en venderlo a domicilio. Era 2015 y todavía no había Rappi ni Uber Eats. Sin pensarlo, comenzamos a hacer las primeras dark kitchens en Latinoamérica.
Necesitábamos un lugar dónde cocinar, y le presentamos un pitch al jefe de la novia de Evandro. Él fue nuestro primer ángel inversionista y nos dio el dinero sin que nosotros firmáramos nada. Él sigue aún con nosotros recibiendo un rendimiento tremendo. Con el dinero rentamos una casa de tres pisos en Santa Lucía, una colonia ubicada junto a Santa Fe, donde se encuentran muchos corporativos en la Ciudad de México. Nosotros vivíamos en el piso de arriba y cocinábamos abajo.
Nos levántabamos temprano para ir a la Central de Abastos (el principal mercado mayorista de alimentos en la Ciudad de México) y escoger proveedores. En un principio solo teníamos una persona ayudándonos y entre los tres pelábamos, picábamos y cocinábamos.
Comenzamos haciendo dietas a domicilio con tecnología en su momento muy novedosa para hacer pedidos por internet. Yo tomaba pedidos con Zoho CRM conectado con MailChimp y lo conectaba con workflows automáticos para mandar el menú del día todos los días a las 8:00 am. Repartíamos comida saludable en envases biodegradables.
Conseguí mis primeros clientes tras entrar al Tec campus Santa Fe con mi credencial de estudiante y fui tocando de oficina en oficina con los directivos y maestros para ofrecerles nuestros servicios. Nuestra primera cliente fue una maestra de Marketing, y de ahí se empezó a correr la voz entre otros maestros.
Me compré una bicicleta eléctrica, le puse atrás una caja, y así iba a repartir los pedidos al Tec. Trabajar así me enriqueció mucho la retroalimentación, pues los maestros me decían sus comentarios cara a cara.
Luego una amiga entró a trabajar a un bufete de abogados que subsidiaba los alimentos de los empleados, y así comenzamos a tener más puntos de venta.
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Describe el lanzamiento del negocio
En un principio teníamos un volumen muy bajo de aproximadamente 60 comidas diarias que repartíamos por toda la ciudad, a veces repartiendo solo dos comidas en un mismo punto.
Ese modelo no funcionó y pivoteamos hasta que, gracias a la recomendación de boca en boca, una empresa nos buscó porque querían usar nuestra plataforma para subsidiar las comidas de sus 120 empleados de lunes a viernes. La empresa no podía tener comedor debido a que no se lo permitía el edificio por temas de seguridad. Con ellos triplicamos nuestro volumen.
Preparamos una plataforma para que los usuarios pudieran ver que estaba subsidiada su comida, y nosotros sacábamos menús diferentes todos los días. Llevábamos a la empresa la comida personalizada con el nombre de cada empleado, número de orden y lista para calentar en microondas. ¡Fue un éxito!
Se corrió la voz y así nos convertimos en una empresa B2B. Conseguimos clientes grandes como Inditex, Amazon, Microsoft e incluso para el equipo de Uber Eats. Llegamos a vender hasta 1,500 comidas diarias con ese modelo, con un crecimiento totalmente orgánico.
En este punto cambiamos a Shopify, el cual integramos con MailChimp para enviar un correo con los menús diarios para que las personas hicieran sus pedidos. A veces el último pedido llegaba el mismo día a las 11 de la mañana y entregábamos todo a las 2 de la tarde. ¡No sé cómo lo lográbamos!
¿Cómo fue su experiencia en 500 Startups?
Uno de nuestros clientes fue 500 Startups, que nos buscó porque querían dar la opción de comida saludable para sus empleados sin el problema de administrar un servicio de comedor.
En ese momento yo no sabía nada de 500 Startups ni de venture capital, hasta que René Lomelí (director de operaciones en LATAM) nos recomendó aplicar. Quedamos en el batch y ellos ya eran un cliente retenido y contento, que habían visto otras startups parecidas que no habían funcionado.
A diferencia de esas startups, nosotros estamos 100% integrados en toda la cadena, con los mejores ingredientes y la mejor calidad, en envases sostenibles y en un tiempo adecuado. Somos los mejores de Latinoamérica en eso.
Diseñamos nuestra ronda de levantamiento de 1.5 millones de dólares con este mismo modelo. Cuando la gente de 500 fue a visitarnos a la casa donde realizábamos nuestras operaciones, decidieron incrementar el ticket.
Estábamos en el mejor momento, con una retención del 96%, positive cashflow, creciendo 100% anual. Teníamos varios inversionistas y commitments de cientos de miles de dólares, estábamos listos para cerrar...¡y llegó la pandemia! Muchos inversionistas se retiraron porque nuestro negocio era B2B para entregar comida en oficina.
Fue un golpe muy fuerte, pero el ser hermanos, así como la resiliencia que aprendimos de nuestros padres, nos permitió convertir esta desventaja en una fortaleza.
Así nos pusimos a pensar en cómo entregar 100 comidas en 100 lugares diferentes, pero una sola vez al mes. Evandro pensó en poner todas las mejores recetas en un formato familiar e individual que pudiera durar hasta tres meses en el refrigerador. Si cada empleado tenía un subsidio de su empresa de 2,000 pesos mexicanos al mes para sus comidas, ese dinero se podría gastar en un solo pedido en nuestra página de internet.
De esa forma desarrollamos un modelo para entregar a domicilio la comida de todo un mes con una tecnología de empaque al vacío, ultracongelada, sin conservadores, en bolsas compostables, que está lista en ocho minutos metiéndola en agua hirviendo. El modelo funcionó y las empresas estaban felices.
Los inversionistas vieron nuestra historia y nuestro producto, y cerramos nuestra ronda con una ronda de $1.2 millones de dólares en medio de la pandemia. Gracias a eso ahora tenemos una mega dark kitchen con capacidad para 15 veces el volumen que teníamos antes.
¿Cómo estás hoy y cómo se ve el futuro?
Además de ver posibilidades para expandirnos internacionalmente en 2024, buscamos levantar financiamiento para impulsar nuetro modelo B2C, que tiene muy buena retención y ha mantenido un crecimiento constante. Sin embargo, hay un gran reto en cuanto a tecnología, ya que en algún punto te quedan chicas las pre made apps.
Con la pandemia vimos que la vertical B2B sigue ahí y es un problema profundo; parece ser que el mercado ya no es tan grande. Sin embargo, hay empresas que aún buscan que sus empleados regresen a oficina, y un buen servicio de comida es un punto para motivarles a dejar el home office.
Sin embargo, nosotros vamos por la persona que come en casa, que no tiene tiempo de ir de compras, de salir a comer diario a un restaurante o de planear qué va a cocinar.
Las alternativas para esas personas son plataformas de entrega de comida, que son caras y generalmente no son saludables, no puedes programar tus comidas y tienen un impacto ambiental negativo. Contratar a alguien que les cocine tampoco es sostenible y el servicio no es confiable ya que, al ser relaciones informales, a veces quien les cocina puede faltar.
Es difícil competir contra Uber Eats y Rappi, pero nosotros somos 50% más baratos que las plataformas de entrega de comida y nuestro objetivo es que ordenar por Come Bien sea igual de barato que pedir por supermercado en línea.
¿Consejos para otros emprendedores que quieren empezar o están empezando?
Si crees que lo vas a lograr y no te rindes, si mantienes tu resiliencia, no existe forma que no lo logres. Como líder esto también es muy importante transmitirlo al equipo, porque en los momentos más duros hay incertidumbres y miedos.
Lo más importante es que tu equipo esté bien. Que las personas estén motivadas, contentas e inspiradas con el trabajo que están haciendo.
Cada persona que conoces está luchando su propia batalla, así que sé gentil. Tener eso en mente me ayuda a recordar que la vida es dura y todos somos seres humanos. Nosotros empezamos desde abajo y por eso me gusta apoyar a quienes están empezando.
¿Qué plataforma/herramientas utilizas para tu negocio?
Zapier e Integromat para hacer integraciones con APIs.
Alegra para contabilidad.
Shopify para B2C.
Para toda la parte de etiquetado, códigos QR y planeación de rutas utilizamos una plataforma propia que desarrollamos con PHP.
Python para data y Mixpanel para analytics.
¿Cuáles han sido los libros, podcasts u otros recursos que más te han impactado?
He estado escuchando el podcast de Oso Trava, que me gusta porque está bien pensado para Latinoamérica.
Hoy estoy releyendo Measure What Matters, de John Doerr, y High Output Management, de Andrew Grove, quien fue el mentor de Doerr. Estoy enfocado ahora en OKRs y performance.
Los libros que me han marcado son The Four Steps to Epiphany, de Steve Blank, y The Lean Startup de Eric Ries; libros básicos para emprender.
¿Estás buscando contratar algún perfil en particular en este momento?
El equipo de Come Bien actualmente es de 40 personas, incluyendo los conductores. Vamos a abrir una posición de Lead Ops para B2C y tenemos muchas posiciones abiertas en operaciones y logísticas.
Con la ronda que se acerca vamos a abrir más posiciones en tecnología y marketing. Puedes ver nuestras vacantes en nuestra página web.
¿Dónde podemos ir para aprender más?
Para contactarme pueden escribirme por LinkedIn. Además pueden seguir a Come Bien por Facebook e Instagram.
- Denis Cantú, cofundador y CEO de Come Bien